Existen otros métodos utilizados por los criadores, como el de los huesos pélvicos, según el cual la distancia entre ambos (mayor en la hembra) puede servir de guía. Sin embargo, en los ejemplares jóvenes y en las hembras que no se hallan en época de cría esta separación viene a ser la misma que en el caso de los machos, por este motivo el método no resulta fiable. Asimismo, el tamaño de los pájaros, la forma de sus cabezas y sus hábitos generales también se utilizan como guía, pero en cada caso no existe ninguna garantía de que tales observaciones resulten correctas; de entre ellas, sin embargo, los hábitos posiblemente constituyen el indicador mejor. Por ejemplo, si se observa que un pájaro continuamente trata de aparearse con otro, probablemente se trata de un macho, y también si dos inseparables frecuentan su caja de nidificación de un modo regular entonces es probable que se trate de hembras, pero tengamos en cuenta que aquí el término probable debe subrayarse. Si hay puesta de huevos deberemos determinar cuál de los dos pájaros los ha puesto. Como se aprecia ¡los inseparables no les ponen las cosas fáciles a los criadores! Por último, un método que también se utiliza es dejar en libertad a varios inseparables dentro de una pajarera en la que previamente habremos instalado numerosas cajas de nidificación. Generalmente se formarán auténticas parejas -tras algunas riñas peleas-, motivo por el cual el sistema se ha empleado en múltiples ocasiones con éxito. Tan pronto como se hayan constituido las parejas, deberán retirarse los ejemplares no apareados si nuestra decisión es la de dejar que la cría se desarrolle en colonia, lo cual normalmente no resulta aconsejable salvo en el caso de que se disponga de una pajarera muy espaciosa. <- Un inseparable lutino de rostro color melocotón, una de las variedades más populares entre los aficionados. Los inseparables de rostro rojo y los de Fischer crían en colonia cuando se hallan en estado silvestre, por dicha razón son los que más posibilidades ofrecen si se adopta este sistema. Teniendo en cuenta las dificultades mentadas anteriormente, es de todo punto obvio que vale la pena pagar un precio más elevado a cambio de recibir una pareja comprobada ya que ello puede ahorrarnos mucho tiempo. También resulta aconsejable, por igual motivo, dotar de anillas cerradas a los polluelos ya que, si las mismas están numeradas, tan pronto como se haya determinado el sexo dispondremos de la pertinente información al respecto y, con ello, eliminaremos la posibilidad de cualquier error en el caso de que el pájaro sea dejado en libertad dentro de una pajarera que contenga otros ejemplares de la misma especie. Sexaje del agapornis
El sexaje de agapornis es un tema muy discutido por criadores ya que no es nada fácil distinguir entre sexo, al no haber dimorfismo sexual no existe manera de distinguirlos a simple vista y hay qué recurrir a otros métodos.
SEXAJE MEDIANTE ADN.
El sexaje mediante ADN es una técnica que consiste en tomar unas muestras del ave ya sean plumas o sangre, a partir de ahí se hace un estudio en el laboratorio que determina su sexo con un 99,9% de fiabilidad, esta es una técnica que se a extendido mucho en los últimos años por su comodidad y su fiabilidad, aunque es laboriosa y costosa.
SEXAJE MEDIANTE HUESOS PELVICOS.
Este tipo de sexaje sin duda es el más extendido en el mundo aunque tiene muy poco porcentaje de fiabilidad, en este método se coge al ave y se le toca en la zona pélvica si tiene los huesos mas juntos y puntiagudos es macho, y por el contrario si tiene los huesos más abiertos y redondeados es hembra.
SEXAJE MEDIANTE COMPORTAMIENTO.
Este método se puede combinar con el anterior para un sexaje más efectivo, hay diferencias en el comportamiento que puede ayudarnos a sexar a nuestros agapornis, los machos generalmente son más tranquilos y las hembras suelen ser más nerviosas, a la hora de criar las hembras son las que portan el material al nido, las hembras sueles ser algo más grandes que los machos.
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